De La Habana para el Mundo y de Londres para Londres
Los
colombianos luchando por mantener un país unido alrededor de la Paz y ahora los
ingleses buscando la forma de romper una unión que se creó, entre otras, para
evitar la guerra.
Este cambio de estación del 2016
tiene mucha adrenalina. Dos asuntos realmente importantes para las relaciones
internacionales en esta década se debatieron el mismo día, con 12 horas de
diferencia: la firma del acuerdo de paz más esperado por 46 (menos uno)
millones de personas en Colombia y el Brexit, una propuesta creada por pocos, local,
ciega y torpe, en Inglaterra.
El 23 de junio de 2016:
De un lado, en el sur: gracias
al trabajo de millones de constructores de paz de todos los sectores,
instituciones nacionales e internacionales, se firma el Acuerdo sobre
Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y dejación de las armas entre
el gobierno nacional de Colombia y las FARC-EP la guerrilla más vieja, y
desgastada quizá del mundo.
De otro lado, en el norte: los
británicos debatieron entre, si se presentan al mundo como un país normal,
tolerante a la multiculturalidad. Que hace frente al terrorismo con
herramientas de la democracia participativa como la inclusión, la equidad o la
solidaridad. O, como un país, ensimismado en su poder hegemónico.
El primer caso, el de la guerra en
Colombia, rezago de las condiciones impuestas por la guerra fría, agravadas por
las erráticas políticas mundiales de lucha contra las drogas y el terrorismo;
el segundo, es el resultado de un invento propio: el miedo, el racismo y la
xenofobia.
La paz de Colombia es tan urgente,
como la permanencia de los Británicos en la Unión Europea. En ambos
casos, los errores se pagarán con más plata y seguramente con más inestabilidad
política, más refugiados (desplazados internos para el caso de Colombia), más
intolerancia y menos equidad y justicia.
Afortunadamente para Colombia, el 23
de junio de 2016 a las 11.30 hora local, se firmó el acuerdo anunciado, dejando
la gran tarea de la construcción de la paz y el cumplimiento de los
acuerdos. Doce horas más tarde, el mundo conoció que los británicos,
eligieron con mínima diferencia, el camino más difícil: el aislamiento,
la devaluación de su moneda -una de las tres más fuertes del mundo-, y
posiblemente la desintegración de la Unión Europea, gracias al efecto dominó.
El 23 de junio de 2016, fue un día
histórico que gracias a dos eventos que casualmente ocurrieron:
afortunado para el sur y muy desafortunado para el norte.
Nota: el 10 de
julio de 2003, se llevó a cabo en la Ciudad de Londres, la primera conferencia
internacional para la paz en Colombia. Se creó “la estrategia de cooperación
internacional para Colombia”, que hoy se constituye en pieza fundamental para
la construcción de paz. Cooperación que en gran medida dependerá de la
derrota o no, de la UE.
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