Comunidad Internacional y su vínculo con los procesos de paz en Colombia; Una perspectiva modernizante

En el año 2010, The Heidelberg Institute for International Conflict Research presentó su informe anual, The annual conflict analysis, Barometer Conflict en donde establece que en la actualidad, de 363 conflictos[1], 54 de ellos han dado lugar a realizar conversaciones de paz, negociaciones o conferencias. De estos, 19 han tenido lugar en países con graves crisis o guerras y en todos estos conflictos la Comunidad Internacional, entendida esta en sentido moderno, ha jugado un papel significativo.

El objetivo de este corto escrito es demostrar, como la comunidad internacional, desde la perspectiva modernizante, cumple y debe cumplir un papel relevante de apoyo a la consolidación de espacios de diálogo en países en guerra interna, como es el caso Colombiano, única guerra interna vigente en el hemisferio Americano.

En primer lugar se presenta brevemente, qué es la Comunidad Internacional (CI) desde la perspectiva moderna; en segundo lugar, se señalan los objetivos perseguidos por la CI y su evolución; posteriormente una breve descripción de la participación de la comunidad internacional en un proceso específico del conflicto colombiano, proceso del Caguán 1999 y finalmente demostrar porque es necesaria la participación internacional en el caso colombiano.

1. Comunidad internacional en la modernidad

El profesor Celestino del Arenal (Arenal, 2002) señala que el sistema internacional es dinámico y cambiante. Apreciación lógica, si partimos de la realidad que la sociedad internacional está compuesta por comunidades humanas que se diferencian las unas de las otras por sus formas de vida, evoluciones históricas y contextos geográficos.

A pesar de estas diferencias, los Estados europeos en mitad del siglo XIX intentaron consolidar un mecanismo por medio del cual se garantizaba la permanencia de las cosas en su estado natural, a pesar de los avances ideológicos que había arrojado la Revolución Francesa en 1789. Este escenario se conoce en la Historia Diplomática y en el Derecho Internacional, como la Santa Alianza, convenida en el Congreso de Viena en 1815. Fue un sistema que intentó mantener el sistema monárquico y el statu quo europeo a pesar de los brotes liberales de aquellos tiempos. Posteriormente esta forma de organización mundial fue reemplazada por la Sociedad de las Naciones al finalizar la primera guerra mundial en 1919, que aunque intentó afianzar el Idealismo Político norteamericano sustentando en el Capitalismo, el imperialismo y la Democracia, pocos años después fue artífice de la Segunda Guerra Mundial. A partir de este momento, 1945, la comunidad internacional inicia un proceso de reconstrucción que parte de la concepción moderna del Estado. En términos muy generales, el Estado Moderno es expansivo (imperialista), capitalista y democrático[2]. En el contexto internacional, político -militar, la estabilidad de la modernidad tiene un instrumento dinamizador del sistema internacional que es la disuasión[3], acompañado de otro concepto, el desarrollo[4].

Bajo el esquema que establece la teoría de la Dependencia (Cardoso, 1969) el centro es el poder de disuasión, generador de desarrollo y la periferia los conflictos y la pobreza; son los países sin desarrollo que generan inestabilidad al sistema.

2. Objetivos de la comunidad internacional en la modernidad.

Con base en lo anterior, los actores de esta CI, ya no solo Estados, sino también organizaciones e instituciones internacionales que surgieron después de la segunda guerra, debido a los tratados de paz de Posdam, Yalta y la creación del estatuto de las Naciones Unidas, se fijan varias tareas, como adoptar los mecanismos para la resolución de los conflictos, en el marco de los principios del Derecho Internacional, “(…) respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal”[5]. Ayudar a los países sin desarrollo/ pobres a través de la Cooperación Internacional: “realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”[6].

Con base en estos propósitos y principios, la organización internacional hace un nuevo intento por mantener la estabilidad en el marco de la modernidad. Sin embargo la historia relata las diferencias este- oeste en sentido político militar lo que conduce al incremento de confrontaciones armadas en muchos países de los cinco continentes del planeta. El fin de esta etapa conocida como el bipolarismo, la presenta la caída del Muro y la Unificación de Alemania en 1989. Con este fenómeno que alteró el sistema internacional, la CI afronta un nuevo esquema denominado el “NOM -Nuevo Orden Mundial”, en donde los Estados Unidos y las Naciones Unidas llaman a la consolidación de Estados Modernos, que trabajen por la democracia y por la seguridad internacional. Es así como inicia una etapa en donde los países del norte, principalmente Estados Unidos, algunos de Europa y las agencias del sistema de Naciones Unidas interesadas, intervienen de manera directa en la resolución de conflictos armados como Angola, Camboya, Salvador, Nicaragua, Somalia entre otros.

A la luz del esquema planteado por la teoría de la Dependencia, el centro es unipolar, desarrollado, eficiente, que sabe hacer uso de los desarrollos tecnológicos, mientras la periferia son los países en guerra, pobres, que se debaten constantemente entre el multi- polarismo político (izquierdas y derechas). La misión del centro es intervenir para solucionar conflictos, desde lo políticos-militares resultado de la guerra fría, hasta los asuntos de pobreza indicados por las instituciones multilaterales como el Banco Mundial[7].

Es importante resaltar, que los actores principales en ambos escenarios, centro- periferia, son los Estados. Algunos académicos explican la pérdida de capacidad de los Estados de solucionar problemas de seguridad y desarrollo, razón por la cual las organizaciones multilaterales y las instituciones internacionales adquirieron mayor protagonismo en el escenario mundial. Sin embargo es de resaltar, que los organismos e instituciones internacionales surgen debido a la voluntad de los Estados Modernos, según la teoría de las organizaciones e instituciones internacionales[8].

3. Participación de la CI en Colombia. Un ejemplo de intervención.

La CI en sentido moderno, debe ser vista y entendida también como un instrumento o mecanismo de ayuda no solo de tipo económico y técnico, sino también como un vehículo para consolidar procesos democráticos en cualquier Estado, especialmente en aquellos que sostienen guerras internas. Colombia es un buen ejemplo de lo anterior.

El Conflicto armado en Colombia tuvo sus orígenes en los años 60 bajo el esquema bipolar este-oeste en donde la disuasión ocupó un lugar importante. Con el paso del tiempo, es decir con el derrumbamiento del sistema bipolar al unipolar, el conflicto presenta nuevos escenarios, nuevos actores y nuevos intereses. Por lo anterior, la participación activa de la comunidad internacional es útil para la consolidación de espacios de diálogo. A finales de la década de los 90, en Colombia se presenta una oportunidad única para consolidad la paz entre el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Señala el ex canciller de la República, Augusto Ramírez Ocampo, (Ramírez Ocampo, 2004) “Durante las negociaciones (7 de enero 1999-28 febrero 2002) la presencia internacional fue activa y sirvió como salvaguarda para la preservación y desarrollo del difícil proceso, apoyando una solución política al conflicto. La comunidad internacional pretendió disuadir los actores armados al notificarlos de que sus métodos de confrontación y financiamiento militar por la droga, el secuestro y la extorsión desafían los postulados multilaterales y denunció severamente los atropellos cometidos por las FARC en la zona desmilitarizada. Finalmente, también proporcionaron ayuda técnica y financiera para las negociaciones y proyectos dirigidos a reducir el conflicto[9].

La CI participó de manera activa por medio de un Grupo de Países Amigos (…) 26 países y los delegados especiales del Secretario General Naciones Unidas y la Unión Europea (…) con el objetivo de coordinar reuniones semestrales de la totalidad del grupo y incentivar su cooperación a través de diferentes actividades. (…) en 1999, cuando el Secretario General de la ONU nombró a Jan Egeland como Asesor Especial para Colombia (…) las partes aceptaron la intervención de las Naciones Unidas, otorgándole un papel poco formal que no puede encuadrarse ni dentro de la facilitación ni dentro de la mediación (…) El Asesor coordinó toda la participación de los organismos de la ONU concerniente al proceso de paz. Y los Países Vecinos (…) en mayo de 2003 los Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río (conformado por todos los países latinoamericanos y el Presidente de CARICOM, y Haití) instaron al Secretario General de la ONU a utilizar sus buenos oficios para “impulsar decididamente un proceso de paz en Colombia”, exhortando a los movimientos guerrilleros a dialogar. Este llamado fue respaldado en junio por los Estados miembros de la OEA reunidos en el XXXIII Periodo de sesiones de la Asamblea General”[10].

El proceso de negociación se vio frustrado por muchas razones, políticas, geoestratégicas pero sobre todo, por razones económicas, dadas por el narcotráfico y las rutas ilegales de drogas y armas existentes en el país. Es sobre este asunto, en donde la CI moderna, podría atender con celeridad la creación de espacios para hablar de paz en Colombia.

4. Perspectivas sobre el rol de la CI para consolidar un proceso de paz en Colombia

El Conflicto colombiano, adquiere unas características que responden a las nuevas dinámicas de la agenda internacional: terrorismo, lucha contra las drogas, derechos humanos y medio ambiente[11]. Desde el año 2001 la CI en el marco del NOM, se ha esforzado por aprovechar los paradigmas de la modernidad para garantizar estabilidad, paz y seguridad. Evitar la disuasión y alcanzar el desarrollo. Sin embargo la tarea no resulta ser simple, debido a la gran cantidad de variables que juegan en los escenarios políticos y económicos locales, como el caso colombiano. La perspectiva modernizante de la CI hace un llamado a trabajar por los Objetivos del Milenio[12], por la defensa de los Derechos Humanos, por la democracia y por la garantía del libre mercado, como mecanismos idóneos para lograr la convivencia y el bienestar general.

La mayoría de los males que aquejan la sociedad colombiana, provienen de los enraizados conflictos estructurales de la economía nacional, de la ausencia de una Estado Moderno, ágil y eficaz que permita alcanzar el bienestar a todos sus ciudadanos. Y es por esta razón que se hace necesaria la participación internacional, no solo en sentido técnico, económico y militar, sino también para la creación de escenarios políticos, en donde los más interesados, como por ejemplo los países vecinos, propongan alternativas para el crecimiento económico y social en el marco de los principios del derecho internacional, la no intervención, la soberanía y autodeterminación de los pueblos.



[1] Conflicto es definido por el Intituto Heidenberth como “ (…)as the clashing of interests (positional differences) over national values of some duration and magnitude between at least two parties (organized groups, states, groups of states, organizations) that are determined to pursue their interests and achieve their goals”.

En: http://www.hiik.de/en/konfliktbarometer/pdf/ConflictBarometer_2010.pdf Barometer Conflict, 2010; pág. 88

[2] En 1948 se ratifica la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las organizaciones e instituciones internacionales del sistema de Naciones Unidas, presentan sus objetivos funcionales con base en los 30 derechos fundamentales.

[3] Un concepto interesante lo presentó Henry Nash en American Foreing Policy 68: “The Bargaining position that was derived from the physical harm on nation could do to another was dependent of threats of violence, retaliation and reprisal – the rudiments of a strategy of deterrence. The strategy of deterrence may be defined as a meaning of preventing war (…) The aggressor damage calculated to exceed his anticipate post attack advantages. The aggressor would lose more than he would gain”

[4] Una cita del texto de Arturo Escobar (1996; 20) señala como un grupo de expertos de Naciones Unidas en 1951 conceptualiza el desarrollo: “Hay en sentido en el que el progreso económico acelerado es imposible sin ajustes dolorosos. Las filosofías ancestrales deben ser erradicadas; las viejas instituciones sociales tienen que desintegrarse; los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes masas de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver frustradas sus expectativas de vida cómoda. Muy pocas comunidades están dispuestas a pagar el precio del progreso económico”

[5] Artículo 1, numeral 2, Carta de las Naciones Unidas, 1945

[6] Articulo 1, numeral 3, Carta de las Naciones Unidas, 1945

[7] El Banco Mundial presenta anualmente un informe “Gobernance Matters” que da cuenta de 6 indicadores de gobernabilidad: estabilidad política y ausencia de violencia, efectividad del gobierno, calidad en la regulación, Estado de Derecho, control de la corrupción y responsabilidad estatal. En: http://info.worldbank.org/governance/wgi/index.asp

[8] Las organizaciones e instituciones internacionales surgen en la segunda mitad del siglo XX. Un concepto de organización internacional es dado por Esther Barbé (2008: 192) el cual reúne varios conceptos y es definida como “una asociación de tres o más estados, establecida mediante un acuerdo internacional para la consecución de unos objetivos comunes y dotada de estructura institucional con órganos permanentes, propios e independientes capaces de expresar una voluntad distinta a la de los estados miembros”

[9] Ramírez Ocampo, Augusto, “El papel de la comunidad internacional en Colombia”, 2004. En: http://www.c-r.org/our-work/accord/colombia/spanish/comunidad-internacional.php

[10] Ídem

[11] En su libro, El otro sendero: la revolución informal, el peruano Hernando de Soto, se refiere a los costos de la ilegalidad, de las economías informales en América Latina y se puede comparar con este artículo, con los temas centrales de la agenda internacional. Al no existir un capitalismo fortalecido en un país como Colombia, es fácil la introducción de estructuras ilegales, como lo es el narcotráfico.

[12] Son ocho Objetivos planteados en el seno de las Naciones Unidas en la Cumbre del Milenio, 2000. Estos son: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, Lograr la enseñanza primaria universal, Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, Reducir la mortalidad infantil, Mejorar la salud materna, Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y Fomentar una asociación mundial para el desarrollo


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