Se calienta la conferencia del Clima
La primera semana de diciembre de este año,
París será la capital mundial del clima.
Se llevará a cabo la COP21, Conferencia de las Partes de la Convención
de Naciones Unidas contra el Cambio Climático UNFCCC; proceso iniciado en 1997
con el Protocolo de Kioto, cuando algunos notaron que el calentamiento global,
causaría gran desastre y otros se hicieron los de la vista gorda y no se
comprometieron a disminuir emisiones. Afortunadamente y gracias a la Diplomacia Climática, se han creado muchos
mecanismos que eventualmente podrían frenar el calentamiento, garantizar la
seguridad alimentaria para la mayoría de población del planeta y ojalá, conocer
la equidad en la distribución de los recursos, observando los principios de la
sustentabilidad.
El reto para la COP21 viene por partida
triple. En primer lugar, debería ratificar el compromiso de la mayor cantidad
de estados parte, a reducir la generación de GEI –gases efecto invernadero-. La Secretaria de la UNFCCC* esta semana entregó un completo informe que
presenta un balance positivo, que
palabras más palabras menos, indica que de cumplirse en compromiso de los cerca
de 150 países que ya entregaron Planes Naciones de Reducción de GEI, es posible
que “el aumento de la temperatura media
global sea de alrededor de 2,7 grados centígrados para el año 2100, bastante
cerca de lo acordado internacionalmente que es limitar el aumento de la
temperatura media global por debajo de los 2 grados. Por ello, explica el
reporte, las contribuciones INDC (Contribuciones Previstas y Determinadas a
Nivel Nacional) deben ser tomadas
como bases importantes para construir acciones climáticas más ambiciosas”. Lo importante de este desafío, es que se cumpla el compromiso que han adquirido
los grandes contaminantes como Canadá (30%-2030); Estados Unidos (26-28%-2025);
México (25%-2030); Unión Europea (40%-2030); Rusia (25-30%-2030); China
(60-65%-2030); Japón (26%-2030).
En segundo lugar, el reto de la gestión y el
uso de los recursos financieros para
llevar a cabo las políticas de Adaptación y Mitigación que requieren con urgencia,
ser implementadas de manera eficiente en los países más vulnerables y que hoy
están sufriendo las consecuencias del cambio climático. En este sentido, se creó el Fondo Verde para
el Clima www.greenclimate.fund; la UNFCCC propone crear el fondo
en 2009 y se adopta como mecanismo financiero de la Convención en 2011. El
objetivo, entregar recursos para generación de energías alternativas, crear
ciudades sustentables, fomentar agricultura con baja emisión de gases y
resiliente al clima, fortalecer las finanzas para la forestación y fortalecer
la resiliencia de pequeños estados insulares (SIDS).
Y en tercer lugar, concientizarnos como
ciudadanos del mundo, que el clima está cambiando y con ello deberíamos cambiar
los hábitos de consumo, que en últimas, son el mayor incentivo para emitir
gases.
Durante esta última semana de octubre, muchas
han sido las noticias sobre el clima que van desde el aumento de proyectos para
generación de energías alternativas en todo el mundo, la masificación del uso
de la bicicleta, la oferta académica on-line y gratuita sobre Cambio Climático;
la multiplicidad de redes académicas y políticas para el Cambio Climático; el
pedido de Líderes Budistas para que el acuerdo de Paris sea serio; el pedido de Cardenales, Patriarcas y
Obispos de todo el mundo (…) para que se llegue a un “acuerdo justo, legalmente
vinculante y motor de un verdadero cambio transformacional”, hasta la sonada Encíclica de Francisco.
Imagen, agosto 2015
* “Con 196 Partes, la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) cuenta con un número de miembros que
la hace casi universal y es el tratado precursor del Protocolo de Kyoto de
1997. El Protocolo de Kyoto ha sido ratificado por 192 de las Partes de la
CMNUCC. En virtud del Protocolo, 37 Estados, consistentes en países muy
industrializados y países que se encuentran en la fase de transición a una
economía de mercado, han contraído compromisos jurídicamente vinculantes de
limitación y reducción de las emisiones. En la Conferencia de Doha en 2012, los
Estados Partes del Protocolo de Kyoto adoptaron una enmienda del mismo, la cual
establece el segundo periodo de compromisos del Tratado. El objetivo último de
ambos tratados es estabilizar las concentraciones de gases de efecto
invernadero en la atmósfera a un nivel que evitará la interferencia peligrosa
del ser humano en el sistema climático”. Unfccc,
2015
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