Hasta hoy, es el Acuerdo Internacional más importante del siglo XXI.



En París se logró quizá el acuerdo diplomático más importante del siglo.  La primera semana de diciembre, se llevó a cabo la COP21, Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas contra el Cambio Climático UNFCCC; proceso iniciado en 1997 con el Protocolo de Kioto, cuando estudiosos del tema como Al Gore[1]  notaron que el calentamiento global causaría grandes desastres de no tomar medidas a tiempo y otros prefirieron hacer caso omiso, incluso por la vía diplomática evitando tomar compromisos en Kioto para reducir emisiones de gases.   

Afortunadamente y gracias a la Diplomacia Climática, se llegó a un Acuerdo, que la prensa internacional ha denominado como “Histórico”;  acuerdo que ha creado mecanismos altamente responsables, que de cumplirse, se lograría la meta: evitar la elevación de la temperatura del planeta por encima de 2 grados centígrados, garantizar la seguridad alimentaria para la mayoría de la población  y hacer un acuerdo jurídicamente vinculante a las partes.  Esta última, la razón por la cual se señaló a Kioto como un acuerdo fallido y que desastrosamente tomó casi 20 años llegar a lo que hoy se presenta como el acuerdo internacional más importante no solo para el medio ambiente, sino para los derechos humanos en su conjunto.  

¿Qué se logró en Paris?

1.                  Ratificar un Acuerdo Internacional por 195 Estados  que se comprometen en su conjunto a reducir la generación de GEI –gases efecto invernadero-.  La Secretaria  de la Convención, unos días antes de la firma del acuerdo final, el sábado 12 de diciembre a las 17h París, señaló que el aumento de la temperatura media global sería de alrededor de 2,7 grados centígrados para el año 2100; lo acordado internacionalmente debe limitar el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2 grados. Un aumento superior, sería catastrófico y se pondría en riesgo la vida humana y de las especies del planeta.

2.                  Se entregaron 195 “compromisos nacionales” para reducir la emisión de gases: Las contribuciones INDC[2] (Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional) fueron comprendidas como los instrumentos diplomáticos más importantes para construir acciones climáticas más ambiciosas. Todas las partes se comprometieron a entregar informes nacionales hasta el 2020 y en adelante, cada 5 años estas contribuciones deberán ser  actualizadas, es decir, deben ser mucho más elevadas las cifras de reducción emisión de gases.   Lo importante de este desafío, es  que los grandes contaminantes asumieron compromisos importantes tales como como Canadá (30%-2030); Estados Unidos (26-28%-2025); México (25%-2030); Unión Europea (40%-2030); Rusia (25-30%-2030); China (60-65%-2030); Japón (26%-2030).   

3.      Mitigación: Hermanamiento entre la Ciencia y la Política para descarbonizar la producción y el consumo.
Establece mecanismos confiables, con base en las proyecciones climáticas o modelos climáticos elaborados por los científicos, para que las partes –países-  puedan entregar informes nacionales reales y cada vez sus contribuciones sean más importantes (se emita menos gases provenientes de energía convencional):
“a) Las Partes deberán contabilizar las emisiones y absorciones antropógenas de conformidad con las metodologías y los sistemas de medición comunes evaluados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y aprobados por la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo de París; b) Las Partes deberán velar por la coherencia metodológica, también para las bases de referencia, entre la comunicación y la aplicación de las contribuciones determinadas a nivel nacional; c) Las Partes deberán procurar incluir todas las categorías de emisiones o absorciones antropógenas en sus contribuciones determinadas a nivel nacional y, cuando una fuente, sumidero o actividad se haya contabilizado, deberán seguir incluyéndola; d) Las Partes deberán dar una explicación de los motivos por los que se haya excluido toda categoría de emisiones o absorciones antropógenas”

4.                  Adaptación: las partes acuerdan reforzar la gestión y el uso de los recursos  financieros para llevar a cabo las políticas que requieren con urgencia, ser implementadas de manera eficiente en los países más vulnerables y que hoy están sufriendo las consecuencias del cambio climático.   El objetivo, entregar recursos antes del 2025,  para generación de energías alternativas, crear ciudades sustentables, fomentar agricultura con baja emisión de gases y resiliente al clima, fortalecer las finanzas para la forestación y fortalecer la resiliencia de pequeños estados insulares (SIDS). 

5.                  Incentivar la cooperación internacional; sur-sur, triangular, regional: Fomento de la capacidad y medidas de apoyo.
“Decide establecer una Iniciativa para el Fomento de la Capacidad de Transparencia con el fin de mejorar la capacidad institucional y técnica, tanto antes como después de 2020. Esta Iniciativa ayudará a las Partes que son países en desarrollo que así lo soliciten a cumplir oportunamente los requisitos reforzados de transparencia que se definen en el artículo 13 del Acuerdo”

Un acuerdo ambicioso en dónde todo está por hacer, pero por sobre todo, un acuerdo en dónde la comunidad internacional, se anima a recorrer el camino de la Diplomacia y acepta respetar de los Acuerdos Internacionales en pleno siglo XXI.  La próxima cita,  será en 2016.  Posiblemente en Marruecos,  Norte de África.


[1] Vicepresidente de los EEUU del gobierno del Presidente Bill Clinton, 1993-2001
[2] Una contribución nacional es un documento que cada Estado Parte, entrega a la convención en dónde se compromete a reducir el porcentaje de gases efecto invernadero en escala progresiva. 

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