SOS Guerra en el Cauca: Una guerra del siglo XXI, un Asunto de Sur
Negociación:
es la única salida a la guerra que se libra hoy en el Cauca. El gobierno de Santos tiene la obligación de
proteger y garantizar la vida a las comunidades indígenas y eventualmente, una posibilidad más osada, lograr
que los indígenas acojan la permanencia de las tropas, respetando la autonomía y el territorio
colectivo.
El
ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo y el gobernador de Cauca Temísclodes
Ortega han reiterado esta semana que el asunto del Cauca no se resuelve disparando
balas: se resuelve haciendo inversión social y negociando.
Los
indígenas que viven en el departamento del Cauca- Colombia pertenecen a las de las etnias Coconuco, Embera, Eperara
Siapidara, Guambiano, Guanaca, Inga, Nasa, Totoró, Yanacona. Un total 240.000 personas que ocupan
constitucionalmente 530.120km cuadrados, que además son territorios colectivos.
(Las notas definitorias del derecho
fundamental a la propiedad colectiva del territorio por parte de las
comunidades indígenas son (i) el carácter imprescriptible, inalienable e
inembargable del territorio; y (ii) la consideración de la ancestralidad como
“título” de propiedad. Además, la Corte Constitucional ha enfatizado que (iii)
el concepto de territorio no se restringe a la ubicación geográfica de una comunidad
o un resguardo indígena, sino que se asocia al concepto más amplio de ámbito
cultural de la comunidad. La posesión ancestral de las tierras que habita la
comunidad es un elemento importante para la titularidad del derecho al
territorio colectivo. Sin embargo, cuando la comunidad pierde esa posesión por
motivos ajenos a su voluntad (como por definición sucede en caso de
desplazamiento forzado), el Estado mantiene la obligación de propender por la
recuperación de su territorio; velar porque se haga efectivo el derecho al
retorno; y, en caso de que este no sea posible, iniciar los trámites y adoptar
las medidas necesarias para que la comunidad obtenga tierras aptas para
mantener sus tradiciones y desarrollar su proyecto de vida buena. Corte
Constitucional de Colombia, sentencia T 282 2011).
En
el Cauca viven hombres y mujeres que se cansaron de la guerra y es por eso que
decidieron sacar de sus territorios a TODOS los actores armados. http://www.cric-colombia.org/index.php?option=com_content&view=article&id=38&Itemid=60
La guerra en el Cauca no es un
asunto reciente. Es una guerra de más de
40 años, en uno de los dos departamentos en donde cerca del 61% de la población
está por debajo de la línea de pobreza (Departamento Nacional de Planeación,
2005), después del departamento del Choco; es una guerra entre actores armados
legales (Fuerzas armadas, ejército y policía) e ilegales (guerrillas,
paramilitares, neo paramilitares y ejércitos privados de mafias locales) por
controlar territorios ricos en recursos naturales, por dónde pasan las rutas
hacia el pacífico para sacar oro y coca y entrar al país armas y además en
dónde algunas multinacionales y terratenientes locales sostienen sus emporios
económicos y pagan ejércitos privados. (Ver Mapa minero en el departamento del Cauca, http://www.lasillavacia.com/historia/las-minas-del-cauca-34959 )
Lo que ocurre en el Cauca es la
radiografía perfecta de lo que ocurre y ha ocurrido en Colombia en los últimos
40 años. Sin lugar a dudas esta crisis permite ver con claridad algunos asuntos
tales como,
a-
La población civil
en general y las comunidades rurales (campesinos, indios y negros) se resisten
a la guerra y a cualquier forma de violencia armada que se ha enraizado debido
a la violencia estructural que nació tiempo atrás. La posición radical del gobierno estima que
estos movimientos son instrumentalizados por la guerrilla y grupos armados,
cuestión que sin lugar a dudas tiene asiento, pero que no se puede convertir en
la tesis central de la política de seguridad para desmantelar la movilización
social. Infiltrados hay por todas partes
y de todos los bandos. Esa es una estrategia de la guerra.
b-
Las comunidades y
los movimientos sociales, a diferencia de lo que ocurría con el gobierno de u-Derecha
del ex presidente Uribe (2002-2010), tienen una percepción de garantías para la movilización y
la protesta social. Durante el año 2012
se han registrado más de 4 movilizaciones en donde han participado más de 5.000
personas en todo el país y de todos los sectores sociales y políticos (Marcha
Patriótica, Movimiento Nacional contra la ley 100 y por la salud, las
movilizaciones de los estudiantes Mane y la resistencia indígena del Cauca).
c-
El movimiento
indígena de Colombia, específicamente los indígenas del Cauca organizados en
resistencia a la guerra, por medio de la ‘Guardia Indígena’ está más fuerte que
nunca y es necesario escucharla, respetarla y protegerla. La Guardia Indígena fue una propuesta
indígena que fue ganadora de premio nacional de paz en el año 2004; la GI no
solo defiende los territorios colectivos, sino defienden la vida. En palabras del CRIC, “Guardar,
cuidar, defender, preservar, pervivir, soñar los propios sueños, oir las
propias voces, reir las propias risas, cantar los propios cantos, llorar las
propias lágrimas” http://www.cric-colombia.org/index.php?option=com_content&view=article&id=26&Itemid=41
d-
La política de
seguridad nacional, anterior Plan Colombia I (1998-2002) y Plan Colombia II
(2002-2006), hoy Planes de Consolidación
Territorial, no lograron ni lograran recomponer el orden social y político en
los territorios en dónde operan porque su énfasis está en el fortalecimiento de
la estrategia militar y desconoce las razones históricas del conflicto y los
nuevos actores que hoy operan en las zonas. (Presidente de Indepaz habla sobre
este asunto entre más presencia militar, más inseguridad, http://www.indepaz.org.co/?p=2428 )
Lo
que ocurre en el Cauca no es otra cosa que la ratificación que la era de las guerras
contra el terrorismo a nivel mundial y local (Cauca) no sirvió; que los intereses de los grandes poderes
económicos están por encima de los intereses de la democracia y la garantía de
derechos humanos; y que esto que ocurre
hoy en el Cauca, es una historia que bien puede replicarse en el Putumayo, en
la Sierra Nevada de Santa Marta o en todos aquellos lugares de Colombia o de
América Latina en donde la gente se cansó de la inequidad y la pobreza.
Opinión Asuntos del Sur: http://www.asuntosdelsur.org/opiniones/opinion/384
Publicado en Revista Nueva Política N10, pág 55-56 http://issuu.com/nuevapolitica.net/docs/revista_10
Publicado en: http://www.indepaz.org.co/?p=2430
Opinión Asuntos del Sur: http://www.asuntosdelsur.org/opiniones/opinion/384
Publicado en Revista Nueva Política N10, pág 55-56 http://issuu.com/nuevapolitica.net/docs/revista_10
Publicado en: http://www.indepaz.org.co/?p=2430
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