De los caracoles de Villavicencio, a las Piedras del Tolima
El “Lonely Planet”,
la guía para viajeros más popular del mundo, reseña a Uspallata como un lugar
perfecto para unas vacaciones de invierno: montañas nevadas, campos para esquiar,
‘entraña al malbec’ y vinos a granel. La guía
para viajeros señala que su paisaje es parecido, al paisaje de la película
Siete Años en el Tíbet, con Brat Pitt (se grabó allí). Mágico. Y por
supuesto que es mágico. Es uno de los lugares del mundo en dónde el
ser humano se siente diminuto al lado de la supremacía de la naturaleza.
Uspallata es una
pequeña localidad ubicada en el cruce fronterizo entre Chile y Argentina, que
presenta una geografía impresionante dada por la cordillera de los Andes; está bajo la jurisdicción del municipio de las
Heras, provincia de Mendoza- Argentina y en dónde aparentemente no hay
vida. Sin embargo y como siempre, las apariencias
engañan. El subsuelo de Uspallata, está
lleno riqueza: agua, cobre y oro.
La cuestión no es
simple: en esta zona, en dónde están las Minas de Paramillos y fue declarada en
1.999 Reserva Natural y parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de la
Provincia; las leyes provinciales (5.961 General del Ambiente y 6.045 de Áreas
Naturales Protegidas), prohíben el desarrollo de actividades mineras dentro de
reservas y áreas naturales. Sin embargo,
sobre esta región hay dos intereses particulares: de una lado, los intereses de
la embotelladora de agua Villavicencio (Aguas
Danone S.A.) y por otro, los intereses de la empresa
Depormin SA, la minera. La embotelladora demanda a la minera por entregar
informes de impacto ambiental sesgados, falta de claridad sobre títulos mineros
y ausencia de la implementación de los principios ambientales: el principio de
prevención y el principio preventorio sobre eventuales daños y perjuicios
ambientales irreversibles. Sobre lo
anterior la empresa embotelladora de agua solicito a los tribunales judiciales,
una Acción Amparo (art. 43, CN Argentina) que consiste en la Congelación de acciones mineras
para evitar daños ambientales colaterales a la extracción minera y “contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo
a los derechos que protegen al ambiente".
El municipio de
Piedras en el Departamento del Tolima, Colombia no aparece en el Lonely
Planet. No porque el paisaje y las
montañas no tengan la belleza y la gastronomía
que demandan los turistas, sino tal vez por la ‘fama’ de país en
guerra. Pero, en esas montañas también hay Oro. Y dicen los estudios de la Anglogold Ashanti,
que podría ser la mina de oro más grande de América Latina o quizá del
mundo. Hay Oro
como en Uspallata y no es visible para
los mochileros guiados por el Lonely, pero si por los interesados en el negocio de
la minería a gran escala.
En Piedras también
hay mucha agua. Agua que surte a la
mayoría de afluentes de la región y principalmente al río más importante del
país: el Río Magdalena.
La primera
diferencia es que en Uspallata, quien interpone el recurso, Acción de
Amparo, para que una empresa minera -Depromin S. A.- detenga sus acciones
extractivas porque pone en peligro los reservorios agua subterránea que surten
más del 60% de agua de la provincia de Mendoza
es otra empresa privada, Aguas
Danone de Argentina S.A.; en Piedras
Tolima, quienes haciendo uso de un derecho constitucional de participación
ciudadana, articulo 23 y ley 134/1994 para que no haya explotación minera, son los ciudadanos y se arriesgan una Consulta Popular.
La Segunda diferencia es que en Uspallata, el fallo del juez
especializado fue claro: “Da lugar a la acción
de amparo promovida por Aguas Danone de Argentina S.A. en contra de Depromin
S.A. y en consecuencia mantener el cese de las actividades mineras iniciadas en
el inmueble”. (Abril, 2010)
En Piedras, a pesar
de los resultados, 99% de quienes votaron NO, es decir, que se oponen a la minería a gran escala en su
municipio, el gobierno nacional, saca de la manga un decreto, el 0934 de mayo
2013 “que prevé lo que pasó en el Tolima: que por más que un municipio se
oponga, dice la norma, no podrá impedir la entrega de títulos mineros”. (http://www.elespectador.com/opinion/editorial/megamineria-lios-articulo-436850 )
Los
dos lugares son absolutamente bellos y gozan de gran riqueza, por los recursos,
el paisaje y sobre todo por su gente. En
los dos lugares hay oro; en los dos lugares es latente la necesidad de
preservar y darle uso sustentable al recurso hídrico. En
Uspallata el recurso lo interpone un privado que su negocio consiste en la
venta de agua embotellada. En piedras, el
recurso lo interponen los ciudadanos que deben pagar por el agua que llega a
sus casas. En Uspallata, un juez
determina cesar toda actividad minera mientras se aclaran los títulos y se
verifican los estudios de impacto ambiental que presentó la empresa minera. En Piedras, el gobierno saca un decreto que parece haber
sido hecho bajo los principios ambientales de la prevención y la precaución
ambiental, pero en beneficio de la minería privada.
Como
van las cosas, es posible que no haya agua, en ninguno de los lugares y la
gente tendrá que pagar por ella, porque el oro no se toma.
*Imagen
Caracoles de Villavicencio
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