Desde la frontera
No se entiende como la prensa
internacional (CCN) y el mismo gobierno de Colombia, anuncia con bombos y
platillos que el país está listo para mejorar la calidad de vida de los
colombianos, que se están activando tratados de libre comercio con reimundo y
todo el mundo, que Colombia es el país del realismo mágico.
Un ejercicio rutinario (o tal
vez ocioso), el de ojear de arriba abajo las primeras páginas de los diarios
que 'hay que ver', El
Tiempo y el Espectador, sin desconocer otros como Semana.com, lasillavacia.com,
las2orillas.co y hasta Primero Colombia,
indican que en el país las cosas no van bien.
Se anuncia un paro cafetero, un
paro de camioneros y un paro minero. El
mismo director de la Policía Nacional reconoce que cada 78 horas hay un
secuestro en Colombia a propósito del secuestro del ciudadano español en el mes
de junio; el ELN- ejército de liberación nacional-, guerrilla marxista surgida en los años 60 y
que según informes del gobierno nacional, cuenta con 1.500 hombres y mujeres en
filas-, expresan su posición frente a la ‘condición’ del gobierno de Santos
para iniciar diálogos: que no entregarán secuestrados. Como si entregar secuestrados fuera un
capricho de un gobierno. El secuestro, es una infracción al derecho internacional
humanitario, artículo 4º del Protocolo II adicional a los cuatro
Convenios de Ginebra y una violación a los Derechos Humanos. Y para
completar, la crisis en el Catatumbo, la
cual refleja fidedignamente la complejidad del conflicto que ocurre en Colombia
desde los años 50, que en esta
oportunidad le ha costado la vida a varios civiles y a la cual el gobierno
pretendió en sus inicios, darle bajo
perfil porque intentó venderle al país y al mundo la idea que lo que pasaba
allí, era un hecho aislado que no tenía nada que ver con lo ocurre en Cuba*. ( http://www.semana.com/nacion/articulo/la-prueba-acida-del-proceso-paz/349855-3
)
Esas son las noticias que resaltan los diarios y
que sin lugar a dudas indican que las cosas no están bien.
Paradójicamente, las declaraciones de Michael Reid, editor para América Latina, de “The
Economics”, - http://www.economist.com/blogs/americasview/2013/05/peace-talks-farc
- coincide con algunos pensamientos que desde la
frontera surgen: que el proceso de paz es algo complejo, delicado y que la cosa
no viene fácil. Sin lugar a dudas tiene
razón y estamos de acuerdo con el editor: el hecho de haber tocado el asunto
más complejo, el de la tierra en la primera ronda de negociación en La Habana y
haber logrado unos acuerdos mininos para insinuar la democratizar el acceso a
la tierra, no quiere decir que la
negociación venga fácil. Falta, todo por
negociar y lo mejor, por implementar y
reconciliar. Además de la derecha beligerante y
los tiempos escasos.
Lo que ofusca a los ciudadanos del corriente, los que
leemos los diarios nacionales, es que el gobierno nacional y los medios de comunicación, vendan la idea que las cosas van muy bien: que
hay acuerdos de cooperación aeronáutica con los británicos, que hay acuerdos de
libre comercio con Israel, que hay reducción de las tasas del desempleo y que
las tibiezas con los vecinos de la región son necesarias para quedar bien en la
foto con todos. -a juzgar por la
posición de cancillería frente al suceso diplomático ocurrido en días pasados
con el presidente Evo Morales en Europa-.
Son las ambigüedades que nos hacen pesar, que las
cosas no están fáciles y que para llegar a la reconciliación nacional, hace
mucha tela por cortar.
*Tan insignificante es la crisis del Catatumbo, que
el gobierno ha enviado dos negociadores de muy alto perfil y hoy se anunció la
facilitación del vicepresidente Angelino Garzón.
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