El hombre que confundió a su mujer con el sombrero

Oliver Sacks. 1985
(1933- 2015)

No había tenido la oportunidad de leer los escritos de un médico siquiatra para mi clase de gestión pública; me sorprendió satisfactoriamente, encontrar argumentos para pensar en que concepto del hombre no se reduce a lo emotivo y a lo concreto y el caso del doctor P., un brillante músico, que induce a pensar en que los humanos somos más que realidades concretas. 

El problema básico del doctor P es que no identificaba las caras de las personas y las veía donde nos las había.  Podría determinar que el problema central de Sacks es que busca acercarse a determinar  ¿Que nos hace reconocernos los unos a los otros? ¿La realidad física y sensorial? o ¿el sistema de creencias sobre las realidades?

Es un pie o un zapato.  No importa como es sino para lo que sirve, o al contrario. Para un escritor antiguo un lápiz es el instrumento que determina su quehacer diario.  Para un conductor un lápiz es sencillamente un palo en madera que sirve para rascarse la cabeza.  Lo importante de la discusión es entender que todas las personas entendemos realidades diferentes.  La cara de las personas, usualmente son las que nos recuerdan quien es esa persona, que hace, donde vive etc.    Pero al doctor P le sucede lo contrario. No recuerda las caras sino que actúa como un computador, tal vez, construye su mundo mediante rasgos distintivos y relaciones esquemáticas.

¿Qué es la realidad?  Podría decir que es todo aquello de lo cual se es consiente que existe por medio de los sentidos y la memoria, el juicio.   Pero si vemos truncados los sentidos y la memoria, se podría recurrir al argumento de Sacks que dice que, “El juicio es intuitivo, personal, global y concreto: vemos cómo están las cosas, en relación unas con otras y consigo mismas".

El juicio y la identidad  deberían a juicio de Sacks, ser las primeras facultades de la vida superior.  Porque el juicio y la identidad no son comandos mecánicos, sino realidades de la vida misma  los cuales son difíciles de establecer o categorizar, dada la multiplicidad de genes que intervienen en los procesos cognoscitivos.  Y gracias a el hombre que confundió a su mujer con un sombrero, entendemos el porque las ciencias humanas (generalmente) son inexactas y muchas veces abstractas.
 
Los individuos determinados como superiores no son máquinas, son seres llenos de emociones y llenos de sentimientos que son indudablemente difíciles de homologar con bases de datos y  a procesos estadísticos.  

Tathiana Montaña, marzo de 2004.

Descanse en paz Dr. Sacks.