Políticas Públicas en clave de adaptación al Cambio Climático
Ante
un fenómeno avasallador, como lo es el Cambio Climático, se hace necesario y
urgente, generar
conciencia pública sobre el impacto en la matriz productiva – calidad de vida
de los habitantes- y la necesidad de generar respuestas desde las políticas públicas. Las políticas para el Cambio Climático se
generan de dos formas,
i.
Como una responsabilidad propia de los gobiernos y
ii.
Como una exigencia de la ciudadanía.
Si los gobiernos propician
espacios –democracia participativa- para la creación de políticas públicas para
el Cambio Climático, es obligación de la
sociedad civil asistir a ellos; si los gobiernos no las crean, es obligación de
la sociedad civil demandar a los gobiernos la creación de escenarios participativos
para diseñar tales políticas. Para no generar un círculo, lo urgente es
presentar el problema a través de planes de comunicación y capacitación
institucional para permitir a la ciudadanía entender el asunto y tomar
decisiones de acción, pues es esta quien
tiene quizá mayor responsabilidad sobre el asunto.
Por lo
anterior consideramos que es urgente,
Extender
la participación: invitar a organizaciones de la sociedad civil locales y a todos los
sectores productivos para crear e intercambiar conocimiento
sobre medidas de adaptación. La
adaptación al Cambio Climático no ha sido incorporada en el diseño de
proyectos y/o políticas públicas
efectivas en muchas regiones de América Latina. La
información y atención al Cambio Climático es muy reciente y todavía no es un
tema arraigado en los distintos sectores de la sociedad, fundamentalmente en el
sector productivo.
Amigar la
ciencia con la política: aprovechar toda la infraestructura y conocimiento generado por los
investigadores de las instituciones científicas y lograr un diálogo fluido,
respetuoso y complementario entre ciencia y política. En este sentido, promover un plan de capacitación y de comunicación que
logre intervenir todos los sectores sociales y en todos los niveles, sería muy
beneficioso.
Fortalecer las
instituciones creadas para dirigir o agenciar las políticas de Cambio Climático
a nivel local. La creación de instituciones para estos fines es muy
importante, pero generalmente no se pueden aprovechar al máximo, porque no gozan de planes estratégicos para la
gestión y aún no tienen establecido presupuestos -partida presupuestaria
autónoma dentro de los gobiernos locales-;
lo anterior genera varios escenarios; un escenario positivo, es la
existencia de gran cantidad de iniciativas privadas y de
organizaciones comunitarias como escuelas, colegios, iglesias entre otros, que
de manera autónoma dedicaron esfuerzos para comprender la temática; sin embargo
se hace necesario para generar impactos reales, que estas instituciones específicas, lideren un
proceso autónomo desde lo político y lo
administrativo, para responder a las demandas de gestión contra el Cambio
Climático.
Armonizar
la normativa existente. Mejorar los
programas existentes para atención a variabilidad climática y hacerlas
progresivas para darle un alcance técnico con fortaleza presupuestaria
(política), para atender programas de adaptación y mitigación al Cambio
Climático a largo plazo.
Comunicar
y capacitar a la ciudadanía. Las medidas de
adaptación deben pasar necesariamente por hacer campañas, de educación a población sobre el uso racional del
agua, el uso de los recursos, la necesidad de ordenar el territorio. De esta forma, la ciudadanía puede demandar a
los gobiernos, políticas de Estado para la sostenibilidad.
Fotografía: Cordón del Plata, Sitio Las Vegas, Provincia de Mendoza, Argentina. T.Montaña, Agosto 2015.
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